lunes, 25 de noviembre de 2013

TARDOMODERNISMO

ARQUITECTURA TARDOMODERNA

 Este estilo realmente es la continuación del movimiento racionalista. Utiliza el mismo vocabulario formal, pero exagera y remarca los valore tecnológicos para proponer un sentido estético nuevo. En el fondo es un manierismo creativo del movimiento originario.
 El debate entre Posmodernidad y Tardomodernidad caracterizó la historia de la arquitectura hasta que, a mediados de los años 90, se impone como tendencia dominante el Tardomoderno, que se acaba convirtiendo en el lenguaje constructivo de los últimos años.
 Los autores que, como I.M. Pei o Frank O. Ghery, defienden el tardomoderno, creen que en su esencia el Movimiento Moderno sigue vigente. No existen unas características formales que permitan hablar de estilo. Dentro de esta corriente hay diferentes maneras de entender la arquitectura, desde la muy ligada al racionalismo de los años 20, hasta la Deconstrucción. Ahora bien, se pueden señalar tres principios básicos muy generalizados en esta arquitectura: predominio de edificios con un cierto sentido escultórico, con gran fuerza en sus líneas externas; composiciones variadas y disgregación del espacio en pequeñas unidades; utilización masiva de elementos relacionados con la tecnología y la industria


Al acabar la Segunda Guerra Mundial, los arquitectos deben enfrentarse con el problema de la reconstrucción especialmente grave en los países europeos. Aunque se pasa entonces por un período de cierta indecisión estilística, el programa arquitectónico de urgencia (hasta 1950 aproximadamente) se va a llevar a cabo con las premisas formales del “estilo internacional”. Hay, pues, una continuidad entre la cultura arquitectónica anterior y posterior a 1945. Algunos de los grandes maestros que habían forjado las vanguardias siguen llevando la iniciativa hasta casi los años sesenta. No obstante, podemos enumerar las siguientes novedades importantes desde 1945 hasta nuestros días: 1) Irrupción de nuevos países al ámbito de la gran arquitectura: Brasil, México, Venezuela, la India, etc. Por primera vez en la historia asistimos a la auténtica universalización del lenguaje constructivo. 2) Aparición y multiplicación de tendencias arquitectónicas de gran complejidad y carga emotiva (años sesenta y setenta) que, aunque no desvinculadas del todo de la tradición, se basan en supuestos tecnológicos y sicológicos característicos de la era espacial y de la automatización. 3) Crisis de la modernidad con la emergencia de las actitudes posmodernas y de la arquitectura de la deconstrucción. 4) En el campo de los valores sociales, creciente disociación entre la arquitectura de consumo, anquilosada en fórmulas fijas de gran monotonía, dictadas por la especulación, y la arquitectura culta.

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